“La resignación es un
suicidio cotidiano” Balzac
1.
El
desempleo:
La crisis económica ha provocado un significativo aumento del
desempleo y el desempleo se asocia a suicidio, mientras que en 2008 el paro
registrado en las oficinas públicas de empleo era de 3.128.963 desempleados, al cierre de 2011, La Encuesta de Población Activa
(EPA) cierra el año con una tasa de paro del 22,85%,
con 5.273.600 personas sin trabajo. El
paro en cifras: La
subida del desempleo afecta en mayor medida a los varones que a las mujeres, la
tasa de paro masculina aumenta 1,42 puntos hasta el 22,46%, mientras que la
femenina sube 1,22 puntos y se sitúa en el 23,32%; por nacionalidad, entre los
españoles hay 223.800 parados más, frente al aumento de 79.400 parados
extranjeros. La tasa de paro de la población extranjera
es del 34,82%, más de 14 puntos superior a la de las personas
de nacionalidad española, aunque la peor parte se la han llevado los jóvenes,
casi seis de cada diez empleos destruidos en 2011 los ocupaban personas de
entre 16 y 29 años. En concreto, de los 600.600 empleos que desaparecieron
el año pasado, 356.600 se concentraban en este grupo de edad, lo que supone el 59,37%
de toda la ocupación perdida. Los parados de 20 a 24 años aumentaron en 52.400
(8,41%), mientras que los de 25 a 29 años se incrementaron en 17.600 (2,4%).
Por el contrario, entre los jóvenes de 16 a 19 años, el paro se redujo en 8.900
personas durante 2011. A cierre del año pasado 2011, la tasa de paro de los jóvenes
de 16 a 24 años se situó en el 48,5%,
frente al 42,8% de 2010, lo que supone una diferencia de casi seis
puntos. Si se toma en cuenta también a los jóvenes de 25 a 29 años, la
tasa de desempleo juvenil (16 a 29 años) se situó al finalizar 2011 en el 36,4%,
frente al 32,8% de 2010.
¿Qué conclusión deriva de estas cifras?
El incremento de desempleo acarrea una reducción del poder adquisitivo, un aumento del número de personas en
situación de calle o de viviendas precarias, una ruptura y desaparición de redes de apoyo,
riesgo a enfermedades infecciosas, problemas
de salud mental (sobre todo depresión, drogodependencias y concurrencia
de trastornos mentales graves y adicciones), y efectos derivados de la
violencia. Dato relevante si somos conscientes
de que el promedio de personas con problemas psicológicos entre los desempleados
es de un 34%; en cambio entre las personas con empleo es del 16%.
¿Cuáles son las principales preocupaciones para un desempleado? Podemos
destacar principalmente dos:
·
Por ejemplo, la
reducción en el poder adquisitivo repercute en el acceso a los alimentos, es
decir, mientras que el desempleo crece, los precios de primera necesidad
aumentan y si tienes la suerte de estar trabajando, el salario laboral baja.
Los precios se han disparado en esta
década muy por encima de la masa salarial, en estos años, el alza de los salarios no llega al 14%,
según señala el informe del Instituto Nacional de Estadística (INE): en 2002
era de 19.802 euros brutos anuales y en 2009 (última encuesta publicada) se
situaba en 22.511 euros.
Entonces, ¿Cuál es la salida de muchos
padres de familia, generalmente de clase media, que no tienen ni para
satisfacer las necesidades básicas de su familia?, Muchos de ellos, ve en el
suicidio la única solución “una boca menos para alimentar”, ¿y entre los jóvenes que se sienten sin oficio
ni beneficio? Los jóvenes cada vez ven más lejana la idea de independizarse de
sus padres, de cumplir sus expectativas o de valerse por sí mismos, la idea del
desempleo les genera ansiedad y más aún, si observan en sus casas que hace falta un
jornal para salir a flote y no les dan la oportunidad de trabajar, o bien por
falta de experiencia o porque el mercado
laboral se puede considerar en quiebra. Por otro lado, y observando las cifras
de paro, ¿qué va a ser de la generación “nini” (jóvenes que ni estudian ni
trabajan), estos jóvenes sin expectativas son punto flaco para sufrir problemas
mentales y el índice de ellos que cae en las drogas es elevado. Las drogas
alteran el sistema mental y las consecuencias que pueden acarrear son de
diferente índole, entre ellas, destaca la depresión o el suicidio. ¿Esta es la
sociedad que va a caracterizar el S.XXI?, ya hemos comentado anteriormente que
el suicidio se estaba generalizando como una epidemia.
·
Los
problemas de estrés, ansiedad e insomnio ocupan un lugar destacado entre los
motivos de las personas sin empleo y los
atribuyen a la crisis económica, un problema que abarca a todas las edades.
Según datos procedentes de las redes de salud mental, 25% de los españoles
consideran que su calidad de vida ha empeorado debido, sobre todo, a que sus ingresos económicos son menores y a
que su salud se ha deteriorado. Además hay que señalar las
repercusiones que está teniendo la precariedad económica y la ausencia de
oferta laboral en las personas con enfermedades mentales, con una dificultad
creciente para incorporarse al mercado laboral y la consiguiente, disminución de los ingresos económicos con
sobrecarga para las familias y un incremento significativo de riesgo de
exclusión social y situación de calle para esta población.
En
España, estos problemas psíquicos suponen la segunda causa de baja laboral y el
tercer grupo de enfermedades que genera más gasto al sistema sanitario público,
en torno a unos 8.000 millones de euros anuales y pese al contexto general de
necesidad de ahorro, el coste social de las enfermedades mentales es
“altísimo”, siendo la depresión el más frecuente.
Por
consiguiente, si seguimos tirando del hilo, debemos de nombrar la relación que
tiene el suicidio con los recortes desarrollados dentro de las políticas
sociales.
Si el
coste social es altísimo ¿hará algo el gobierno para subsanar este problema?
2.
Recortes en las políticas
sociales:
Las decisiones políticas priorizando
el rescate y mantenimiento de los sistemas financieros y la reducción del
déficit se están acompañando de recortes importantes en el ámbito sanitario y
socio-sanitario.
·
Políticas
de austeridad: Por
ejemplo, las políticas de austeridad en el gasto público van de la mano de
recortes sociales en el sector privado (reducción
de los salarios y de los costes del despido). En el sector público, los
recortes representan una reducción drástica de la demanda pública y afectan
directamente al crecimiento, tal y como muestra el estancamiento económico
observado durante el tercer trimestre del pasado año 2011. Por otra parte, la
caída de la demanda pública no se verá contrarrestada por un aumento de la
demanda privada (sobre todo el consumo de las familias y la inversión de las
empresas). En vez de recortes sociales en el sector público, es importante
apoyar el empleo mediante políticas de apoyo a los desempleados. Según el
Informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la combinación de
prestaciones por desempleo y de medidas de apoyo a la colocación aumentaría el
empleo en torno a un 0,7%.
·
Recortes
en sanidad: La
sanidad pública española es la menos financiada de la UE-15 (el grupo de países
de la Unión Europea que tienen un desarrollo económico similar al de nuestro
país). En 2008 (cuando se inició la crisis), se gastaba sólo un 6,5% del PIB,
comparado con un 7,3% en el promedio de la UE-15. El bajo gasto sanitario en
España explica que tenga también un gasto privado elevado, el más alto de la
UE-15. De todo el gasto sanitario español en 2008, el 71,6% era público y el
28,4% era privado (el público era el porcentaje más bajo, y el privado el más
elevado de la UE-15).
Los recortes en la sanidad pública conllevarán un
incremento notable del peso del sector privado cuyo tamaño ya es muy elevado.
Como
podemos observar, los recortes en el estado de bienestar también están
asociados al suicidio. Los recortes en sanidad, incitan al índice de suicidios,
podemos destacar que se está produciendo la disminución de
los días de actividad asistencial, la supresión de actividad por la tarde, el
cierre de centros, la eliminación de prestaciones asistenciales, el despido y la no renovación de personal
eventual, la precariedad laboral y reducción del salario de los profesionales y
desarrollando planes dirigidos a desregularizar el acceso a los dispositivos
sanitarios y a reducir o eliminar la responsabilidad de las administraciones
públicas en la provisión y gestión de la atención sanitaria… por consiguiente, ¿Qué ocurre que ponerse enfermo ya sólo es un privilegio de las
clases pudientes?, la sanidad debería ser universal, pública y gratuita para
todos los ciudadanos, sin condición de clases ni de rentas.
La crisis económica actual
pone al sistema sanitario público ante el reto de dar respuesta a un aumento
creciente de la demanda asistencial, sobre todo en atención primaria y salud
mental, originada por la precariedad económica, por la disminución de los
recursos individuales de las personas para dar cobertura a sus necesidades
básicas, y por las políticas anti crisis adoptadas por los gobiernos que están
conduciendo a una buena parte de la población a una reducción drástica de las
medidas de protección social y poniéndola en peligro el acceso a la asistencia
sanitaria.
·
Recortes
en educación:
¿Es necesario el recorte en educación
cuando es un derecho?
El recorte ha llegado al mundo educativo. En un país que
no logra alejarse del abismo de la recesión y del naufragio financiero, algunas
comunidades autónomas han sacado la tijera en colegios e institutos para
cuadrar cuentas, es decir, el presupuesto
dedicado a educación, sufrirá un recorte de unos 1.800 millones de euros y
ahora con la crisis es mucho peor. El
descenso del producto interior bruto de España en 2009, de 3,7%, fue el mayor
que se ha registrado desde 1971. De hecho, el gasto público total en educación,
el dinero contante y sonante que todas las Administraciones ponen cada año en
el área, se ha reducido; algo que no había ocurrido, a pesar de los vaivenes
del PIB, por lo menos en los últimos 30 años. Es decir, menos dinero (un 1,5%
menos en dos años) para más alumnos, 320.000 más que hace dos años, hasta
llegar a los 7,9 millones de alumnos que suman las enseñanzas no
universitarias.
Ejemplificándolo, es como si unos padres que
pasan por una situación económica difícil, deciden que la mejor manera de recortar
gastos y llegar a fin de mes, es recortar el presupuesto en alimentación de sus
hijos. Que no hace falta que coman tres o cuatro veces al día, con dos es
suficiente. De esta manera reducen gastos drásticamente, pero también hipotecan
el futuro de sus hijos precisamente cuando más falta les hace. Cuando están
creciendo, condenándoles de esta manera a un crecimiento pobre que les
garantiza ser los primeros en caer en futuras enfermedades. Esto mismo es lo que están haciendo
nuestros políticos. Sí, el gasto en educación es elevado, pero recortar de aquí
es la mayor garantía para sufrir antes que los demás futuras crisis económicas
y enfrentarse a ellas en peores condiciones que otros países, tardando más en
salir de ella.
Según
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el
porcentaje de jóvenes españoles que se gradúan en bachillerato cada año está
por encima de la media de la UE (45% frente a 43%), y el de población de 25 a
34 años con un título superior, también (39% frente a 34%). Sin embargo, en la
FP de grado medio (a la que se accede después de la ESO) se encuentra 14 puntos
por debajo, en el 38%.Por lo tanto y bajo mi humilde punto de vista la
reducción en educación me parece un “suicidio colectivo” y puede tener efectos
devastadores, “pan para hoy y hambre para mañana”, es decir, si bien es cierto
que es posible que los recortes permitan ahorrar gasto público en el corto
plazo, a medio y largo plazo me parece una auténtica descapitalización y más
ahora que hay un alto índice de estudiante y qué pretenden que estudien solos…
El profesorado de la enseñanza pública lo formaban el curso pasado (2011) casi
medio millón de personas. De ellos, bastante más de uno de cada diez (unos
60.000, según cálculos sindicales) son interinos. La pérdida de profesores se
traducirá en menos clases de apoyo, desdobles, refuerzos...
La disminución de profesores es el efecto de los
recortes presupuestarios, cuyo monto en educación es de unos 2.000 millones de
euros, según los sindicatos, mientras el ministerio de Educación los fija en
489 millones. ¿Quién de los dos miente? Este
tipo de cifras hay que tomarlas con suma precaución, pues, por mucho cuidado
que se ponga en elegir con rigor los elementos de cálculo, suponen un mero
indicador. Sin embargo, lo que parece claro es que todo apunta a que la
educación no es gasto, sino una buena inversión. Cuyos resultados, eso sí, solo
se pueden comprobar entre 15 y 20 años después de hechos los esfuerzos o los
recortes presupuestarios.
3.
Desahucios: La Plataforma de Afectados por la
Hipoteca (PAH) prevé que 2011 y 2012 sean años récord en desahucios, como
consecuencia de las cotas históricas de ejecuciones hipotecarias presentadas en
los dos últimos ejercicios, que son el primer paso para desalojar a los
propietarios que no pagan sus hipotecas.
España está cada vez más endeudada con una cuarta parte de los hogares por debajo del umbral de la
pobreza. De ahí que no sorprenda que la cifra de desahucios esté creciendo a un
ritmo histórico. Los datos de los últimos meses superan a los anteriores, que
ya eran de récord. Según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en el
primer semestre del año han tenido lugar 32.010 desahucios. Otras estimaciones
resultan aún más inquietantes, ya que según un estudio reciente de Alteba
(compañía especializada en gestión de activos inmobiliarios) otras 225.000
familias van camino de perder su vivienda, ya que siguiendo los datos de La Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (AFES), en
España, en los años de la burbuja inmobiliaria, es decir, entre 2004 y 2008, se
firmaron cerca de cuatro millones de hipotecas. De éstas, la asociación estima
que más de 700.000 serán desahucios en el 2015. Lo cual supondría, más de 450
desahucios diarios.
¿Qué conclusión podemos desprender de las cifras anteriormente
citadas? ¿Qué ocurrirá con las familias que se queden sin un techo para vivir?
¿Dónde se pueden refugiar?, el desempleo, los números rojos y los desahucios
van favorecido a un incremento del índice de suicidios (más de un 25 %) cifra
que seguirá creciendo si los gobiernos no toman consciencia y aportan
soluciones. El panorama para un padre de familia que tenga que pagar una hipoteca
y que por H o por B, pierda su empleo y
que además tenga la responsabilidad de tirar de su familia, no es muy favorable
en estos tiempos. En pleno esplendor económico y antes de que la burbuja
inmobiliaria explotase, los bancos no ponían tantas trabas a la hora de pagar,
las condiciones eran optimas para todo el mundo, incluso no se ponían límites
en las ayudas, la AFES señala que una de cada cinco transacciones realizadas en
esa época eran de “alto riesgo”. Es decir, por aquel entonces ya existía la posibilidad
de crear la inmobiliaria con más stock de España: un negocio que por entonces
prometía multiplicaciones inverosímiles y de la que, naturalmente, el bancos
quisieron tomar tajada llevándose la mejor parte, y hoy en día ¿qué ocurre? ¿No
existe el derecho a una vivienda digna? ¿Dónde se van a alojar a 450 desahucios
diarios según las previsiones?, sí, es muy triste pero cierto.
4.
Pobreza:
El Instituto
Nacional de Estadística (INE) fija el umbral de pobreza en el 60% de la mediana
de los ingresos por unidad de consumo de las personas. "La mediana es el
valor que, ordenando a todos los individuos de mayor a menor ingreso, deja una
mitad de los mismos por debajo de dicho valor y a la otra mitad por
encima" , es decir, para un hogar de un adulto, el umbral es de 7.533,3 euros anuales; para un
hogar de dos adultos es de 11.300 euros
(o 5.650 euros por persona); para un hogar de dos adultos y un niño,
de 13.560 euros (o 4.520
euros por persona); para un hogar de dos adultos y dos niños, de 15.820 euros (o 3.955 euros por
persona). En otras palabras, son pobres los que disponen de 627 euros al mes para abajo, si no
tienen familia, o de 333 euros
al mes, si tienen pareja y dos hijos. La tasa de riesgo de pobreza se reduce
del 21,8% al 18,2% si los
afectados no tienen que pagar el alquiler de la vivienda. En España, el 21,8% de los
hogares españoles se encuentra por debajo del umbral de riesgo de pobreza. Es
decir, tiene menos
de 627 euros por persona al mes para subsistir (2011). En
el año 2010, este porcentaje se situó en
el 20,7%
y en 2009, el 19,5%.
El INE
en su Encuesta de Condiciones de Vida pinta un panorama desolador “se
marchan de nuestro país más extranjeros que los que llegan, apunta que el 36% de los hogares no tiene
capacidad para afrontar gastos
imprevistos, el 26% llega a fin de mes a duras penas, El 6% tiene retrasos en
los pagos del alquiler, el gas o la electricidad, cuatro de cada 10 familias no puede permitirse salir de vacaciones al menos una semana al año,
y que son los menores de 16 años quienes están más expuestos al umbral de la
pobreza (el 26%)” así cerró el balance INE el pasado año, cifra es similar a la
registrada en 2010 y 2009 y es 5,3 puntos superior a 2008.
Muchas
personas, demasiadas personas viven por debajo del umbral de la pobreza. Tantas
que de ser cierto en sentido estricto, no sorprendería que en cualquier momento
se produzcan incidentes o estallidos sociales de gran magnitud, por ejemplo, la
epidemia del suicidio. La causa principal se encuentra en la caída general de
los ingresos, estimada, como media, de un 4.4%: 24.890 millones de euros en
términos absolutos, 9.371 euros por persona. Descenso de los ingresos que no
siempre se puede prever y que deja a muchas familias en muy mala situación como
lo atestiguan, por ejemplo, los seis millones de personas atendidas, a través
de sus diversos programas, por Cáritas, la ONG de la Iglesia Católica dirigida
a ayudar a los más pobres y necesitados de la sociedad.
La
pérdida de ingresos está, a su vez, originada en el creciente desempleo que
azota ya a varios 5 millones de
ciudadanos. En 2012, de seguir la tendencia experimentada hasta el momento,
seguirá creciendo el desempleo y, por consiguiente, el número de familias que
viven por debajo del umbral de la pobreza. Si contemplamos territorialmente
estos datos, resulta que las Autonomías con registros más elevados en cuanto al
número de hogares que viven bajo el umbral de la pobreza son Extremadura (38 %)
y Canarias (31%). Las Comunidades Autónomas con mejores registros son Navarra
(7.3%), País Vasco (11.6%) y Asturias /12.3%).
Así
son las cosas, es urgente cuanto antes
poner en marcha medidas que generen puestos de trabajo, medidas que incentiven
la economía, medidas que mejoren la educación, medidas que ayuden a los
emprendedores, y, por supuesto, medidas que ajusten el sector público a
parámetros de racionalidad.
5.
CONCLUSIONES GENERALES
Cómo
hemos podido observar, existe una relación directa y demostrada entre el
incremento de suicidios y la crisis económica y como ésta repercute en la salud
pública.
A
través de los indicadores anteriormente expuestos, podemos observar que no son
los mejores tiempos ni para la
salud ni para los españoles, pero
debemos de ser fuertes, luchadores y con expectativas y pensar que el suicidio
no es la opción por mucho que el cielo se encapote, pues como dice el dicho “después
de la tormenta llega la calma”, y esa debe de ser la aptitud. Aptitud que debe
de adoptar desde el padre de familia que
se siente con la soga al cuello como el joven recién licenciado que se
siente desilusionado por invertir su tiempo, su dinero o el de su familia (con
el coste en todas las escalas que eso supone) y observa que su única opción es
incorporarse al gran grupo de desempleados (cinco millones) que día a día se
desesperan porque sus ganas de trabajar se van esfumando cada mañana al
despertar porque no encuentran el cómo ni el dónde.
Ya
hemos visto que los jóvenes, es el sector con más desempleo, pero la propia
palabra lo dice: son jóvenes y cómo jóvenes deben de luchar para cambiar el
modelo y si no sacan fuerzas de flaqueza ellos, ¿quién lo va a hacer? ¿los
ancianos que ven cómo se desgasta su vida sin poder hacer ni deshacer porque ya
no les quedan recursos ni fuerzas para intentarlo?, los jóvenes son la
alternativa para sacar al país a delante.
No hay
mal que cien años dure, esa es la perspectiva desde la que debemos mirar, el
objetivo e ser conscientes de la realidad u a partir de ahí sacar soluciones y
buscar alternativas para construir un mundo mejor y reducir la brecha entre los
ricos y los pobres, ya que en el mundo en que nos ha tocado vivir los ricos son
cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres. Nadie ha podido elegir
en qué familia nacer, y si les ha tocado vivir en una familia pobre o con
recursos limitados, en vez de considerarlo un error debería de considerarse
como un regalo, puesto que la vida en sí es un regalo y existen mil y una
soluciones antes de pensar en el suicidio.
Bajo mi
humilde opinión el suicidio es un síntoma de cobardía, los problemas no se
solucionan desapareciendo del mapa, para la persona que se suicida es muy
probable que lo miren desde esa perspectiva “muerto el perro se acabó la
rabia”, pero ¿qué ocurre con las personas allegadas al suicida? La impotencia y
la marca del suicidio siempre pesarán sobre sus consciencias, pensamiento que
no podrán desprenderse de él, interrogantes que inundarán sus mentes y porqués
que esa persona nunca podrá responderles, más que nada por estar muerto, por
tirar la toalla y por dejar en la estacada a sus seres queridos.
BIBLIOGRAFÍA:
·
http://acpoetamiguelhernandez.blogspot.com/2011/12/crisis-economica-y-suicidios-una.html
·
http://www.elpais.com/articulo/opinion/fragil/economia/espanola/elpepiopi/20111130elpepiopi_12/Tes
·
Durkheim, el Suicidio
·
FRANCISCO ALVIRA MARTÍN y
ANDRÉS CANTERAS- El suicidio juvenil (Madrid, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Instituto de
la Juventud, 1997)
·
Los presupuestos
participativos y las políticas de juventud: un estudio de caso sobre la cultura
de la participación social en España
·
Relaciones entre la salud,
el desempleo de larga duración y la exclusión social de los jóvenes en España
(joseplluis.espluga@uab.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario