domingo, 12 de febrero de 2012

Los efectos locales de una crisis global

Consecuencias de los recortes presupuestarios en la ciudad de Madrid

¿Crisis económica o crisis sistemática? En 2012 su dimensión alcanza ya a la globalidad de un sistema, cuya reformulación se plantea como necesaria. Un tema de comprobable actualidad, en los ámbitos nacional e internacional, pero también en un contexto local. La crisis económica y financiera, cuyos efectos se extienden ya hasta considerarla una crisis también de carácter social, política o cultural, y cuya dimensión es mundial, lleva acaparando la atención como tema principal de los medios de comunicación desde sus comienzos en el año 2008, a partir de su origen situado en Estados Unidos, pasando por las diferentes recesiones, rescates financieros a países de la UE y la situación actual caracterizada por ser una crisis de deuda soberana en los diferentes países europeos, que ha llevado a los diferentes gobiernos a tomar planes de ajustes presupuestarios y de austeridad muy agresivos, y cuyo impacto y consecuencias son y serán trascendentales en la sociedad.



En un ámbito local la atención mediática se lleva produciendo durante un periodo de tiempo mayor, tomando en consideración un precedente añadido y que agravaría aún más este contexto de crisis: la desorbitada deuda acumulada por la capital de España, que los diferentes medios sitúan en el entorno de los 7.000 millones de euros, la más elevada de cualquier ciudad del país y cuyo origen se remonta a los planes de soterramiento y mejora de la anterior M-30 -conocida ahora como “Calle 30”- y a la modernización de las infraestructuras y algunos equipamientos de la ciudad, y su desorbitado coste.

Para entender mejor los orígenes y causantes de una crisis de dimensión internacional, para comprender de manera más clara y con un conocimiento más extenso el tema, que no es otro que el conjunto de medidas y políticas económicas y presupuestarias acometidas concretamente por el Ayuntamiento de Madrid, es necesario precisar su interrelación con el conjunto medidas económicas y los planes de ajuste y de austeridad aprobados recientemente por el Ejecutivo de Mariano Rajoy y de las distintas reuniones de la Comisión Europea o las decisiones y dictámenes surgidos de los organismos de la Unión Europea y de sus principales potencias y por tanto con mayor capacidad de influencia y de decisión, como Alemania, Francia e Inglaterra, con evidente impacto en España y en un municipio fundamental como Madrid.

Además, durante todo el periodo de estudio se ha hecho necesario seguir con especial atención el proceso electoral que supuso un punto de inflexión y un importante cambio en las políticas económicas llevadas a cabo por el Gobierno de España, durante la fase 2008-2011 (con el Ejecutivo del anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero), y tras la victoria del Partido Popular el pasado 20 de noviembre, que ha supuesto, en los cerca de dos meses que lleva Mariano Rajoy en el poder, una aproximación mayor que el anterior Ejecutivo socialista y una notable similitud a las políticas acometidas por el Ayuntamiento de Madrid durante los cerca de cuatro años en que la ciudad más importante del país lleva haciendo frente a la crisis.

Recientemente se ha producido un relevo trascendental al frente de la Alcaldía del Ayuntamiento, como consecuencia de la dimisión del anterior alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón –que renunció a su cargo apenas siete meses después de haberlo revalidado tras su victoria en las elecciones municipales del mayo pasado, y que fue designado ministro de Justicia del nuevo Gobierno de España- y su sustitución por Ana Botella. Se ha seguido con especial interés si la nueva regidora del Consistorio va a seguir una política económica continuista, tomando como especial referencia su discurso de investidura del pasado 27 de diciembre de 2011.

Por último, es preciso destacar la relevancia que han adquirido los últimos años las diferentes previsiones económicas facilitadas por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI); diferentes estudios provenientes de bancos; indicadores económicos facilitados por instituciones gubernamentales de carácter nacional, autonómico o local; datos estadísticos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y las calificaciones que durante la fase del estudio y previamente han sostenido las agencias de calificación o rating.


Objetivos del estudio

- En base a un conocimiento extenso del punto de partida, que no es otro que disponer de una información completa del fenómeno de la crisis económica actual, de sus orígenes, su evolución y sus consecuencias, repercusiones y previsiones en el inmediato futuro, alcanzar la comprensión y análisis de este fenómeno en el ámbito de las partidas presupuestarias, políticas económicas y medidas de austeridad acometidas por los diferentes niveles de Gobierno y Administración, empezando por el nivel internacional, y prosiguiendo jerárquicamente por los niveles nacional, regional y local, con el objeto de obtener el conocimiento más completo del último nivel. Por tanto, se trata de seguir un método de investigación que arranca en lo general para tener un mayor conocimiento de lo específico, en este caso, en el entorno de la ciudad de Madrid.


 - Establecer como aspecto fundamental del estudio y como relación básica y elemental del análisis obtenido de las informaciones, en situar como punto de partida la crisis económica, y su repercusión más directa se establece en la composición de los presupuestos, políticas y partidas económicas llevadas a cabo por el Ayuntamiento.

- La comprobación mediante el análisis y seguimiento del conjunto de planes acometidos, que como consecuencia de las políticas económicas de austeridad del Ayuntamiento, se produce un deterioro de los servicios públicos básicos, así como de subidas impositivas o de las diferentes tasas y mecanismos recaudatorios de los que dispone la Administración municipal.

- Además, verificar entre los distintos planes del Ayuntamiento, que también se pretende obtener un beneficio social positivo en la medida de la concesión de subvenciones, ayudas o diferentes medidas adoptadas para reincentivar la economía.

- Derivado de este conjunto de medidas, la deducción de que el principal afectado y por tanto en quién mayores efectos y consecuencias tienen la crisis económica y sus repercusiones es el ciudadano.

- Destacar, que las armas de las que dispone el ciudadano para protestar ante el conjunto de medidas es la movilización. Pero también, las redes sociales, y su capacidad para convertirse en altavoz y vehículo de conformación de la opinión pública, juegan un papel también elemental, para el intercambio de opiniones y también como propulsor de los debates, protestas y convocatorias ciudadanas.


Una crisis global, un fenómeno también local

Crisis. Una palabra que por la frecuencia en su utilización y su repetida presencia los últimos años en los diversos medios de comunicación, debates de discusión, en el día a día, se ha convertido en algo absolutamente cotidiano. Pero aún hoy, nos seguimos haciendo muchos interrogantes. ¿A qué crisis nos enfrentamos? ¿Cuál es el origen u orígenes de la misma? ¿Nos enfrentamos a un problema en la economía local, nacional o de dimensiones internacionales? ¿La crisis abarca un fenómeno solo económico o es ya de carácter sistemático? ¿Qué políticas se han adoptado los últimos años para hacerla frente? ¿Son eficientes y suficientes las medidas tomadas para combatirla? ¿Qué previsiones hay para vencer a una crisis que se extiende ya durante un periodo de cuatro años y cuyos efectos aún son difíciles de prever? ¿Quiénes son sus principales afectados? Estas preguntas y otras similares se han vuelto cada vez más comunes en los últimos años y las respuestas son diversas pero ni mucho menos, homogéneas.

Partiendo de una crisis cuyo punto de partida se remonta al año 2008 en Estados Unidos, que la mayoría de analistas coinciden en señalar como sus causantes principales a “una crisis crediticia e hipotecaria” unido a “los altos precios de las materias primas”, pronto adquirió características globales y fundamentalmente impactó en el conjunto de países desarrollados, que se ha traducido en un fuerte decrecimiento de sus economías.

En España la crisis impactó con dureza provocando una fuerte contracción de la economía del país; una crisis de confianza en su solvencia; un gran impacto en el sistema financiero español –suponiendo la reestructuración de bancos y fusiones, cierres y absorciones de cajas-; la presión de los denominados mercados y de las exigencias dictaminadas por la UE y sus países con mayor capacidad de decisión e influencia; la crisis del sistema inmobiliario y el descenso brusco en la venta de viviendas y de los precios; y, un fuerte crecimiento del paro, que durante este periodo ha convertido a España en el país con la mayor tasa de desempleo de toda la Unión Europea y con previsiones de empeorar según el Gobierno y diversos estudios, como el último facilitado por el BBVA. 

4.599.829 y un 22,85% de desempleados el pasado mes de enero, según facilitó el Ministerio de Empleo y Seguridad Social; cifra que se dispararía según la última EPA (Encuesta de Población Activa) hasta los 5.273.600 parados y el 22,85%; media en la que Madrid estaría por debajo, con un 18,51% el último trimestre, sin embargo, su subida fue de un 8,77% a lo largo del 2011, casi tres puntos más que el registrado en el conjunto de España (5,93%). Según el BBVA las dramáticas cifras no mejorarán en un corto plazo, aumentando previsiblemente “hasta el 24,4% en 2012 y repuntará al 24,6% en 2013”. El máximo se situaría “en torno a los 5,7 millones”, según este estudio.

Una crisis global cuyos efectos han alcanzado lo local, sin embargo, los gobiernos y administraciones no coinciden en las formas para salir de ella, y en los últimos meses se han incrementado las diferencias; habiendo gobiernos proclives al ahorro extremo, a los planes de ajuste presupuestario agresivos y a la disminución prioritaria del déficit frente a los que defienden una disminución sostenida del déficit combinadas con políticas de gasto e inversión y de incentivación de la economía.


Madrid: una deuda acumulada, la crisis y los recortes

7.000 millones de euros. La crisis de la capital de España abarca un periodo de tiempo mayor al conjunto del país, debido a su enorme potencial de endeudamiento que vivió aún en los años de bonanza económica. Los planes de modernización, remodelación de infraestructuras y equipamientos, las obras acometidas para organizar unas futuras Olimpiadas en la capital y sobre todo el proyecto de soterramiento y mejora de “Calle 30” en los nueve años de Alberto Ruiz Gallardón como alcalde, llevaron a Madrid a la primera posición del ranking de las ciudades más endeudadas de España y un déficit que en 2010 se situó en los 754 millones de euros, un 0,6% del PIB. Las facturas del Ayuntamiento pendientes de pago con los proveedores suman hoy los 937 millones de euros. La deuda acumulada se ha agravado aún más en la coyuntura de crisis, que igualmente ha sacudido a los madrileños los últimos cuatro años.

Ya quedan lejos los 1.441 millones de euros de deuda que heredó el ex alcalde Gallardón en 2003 de su antecesor, José María Álvarez del Manzano. Por tanto, si con Gallardón la deuda se multiplicó por cinco, uno de los objetivos prioritarios de la nueva alcaldesa, Ana Botella, es reducirla. La medida estrella de su equipo de gobierno es la aprobación del “Plan Económico y Financiero” con el que el Ayuntamiento pretende reducir la desorbitada deuda “hasta los 5.624 millones en 2012 y a los 3.100 en 2016”. Como medidas especialmente dirigidas a combatir la crisis encontramos que en los presupuestos aprobados por el Consistorio para el año 2012, se anunció “un recorte del presupuesto no financiero del Ayuntamiento de hasta un 6,26% en 2012, y ya acumula un recorte del 21,92% desde 2008”.

Según afirmaba en noviembre pasado el ex concejal de Hacienda, Juan Bravo, que fue sustituido con el relevo en la alcaldía por Concepción Dancausa, “las cuentas municipales prevén cerrar 2012 con superávit, reducir notablemente la deuda e incluso, en el mejor de los escenarios, poner al día las facturas pendientes con proveedores”. Como dos de sus armas mencionaba la opción a “vender el 7% de la participación en el Canal de Isabel II, y dejar de pagar al Consorcio Regional de Transportes la contribución anual correspondiente al metro”. En esta línea, la nueva alcaldesa ya mostró al poco de acceder al cargo, en su primera reunión con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, su disposición de contribuir a “evitar duplicidades entre las administraciones”, la local y la regional, para “hacerlas más eficaces”.

Ana Botella tiene en la disminución de los gastos, el aumento de las políticas de austeridad y de ajustes presupuestarios y el adelgazamiento de las Administraciones sus principales prioridades de gobierno, siguiendo una línea similar y por tanto continuista al anterior alcalde, y acorde a la del Gobierno de Rajoy. La pregunta que nos deberíamos hacer es ¿no hay otra forma para salir de esta crisis?


Los ajustes, ¿son la solución?

Madrid ha vivido durante los últimos años una pérdida progresiva en su potencial para hacer frente a nuevas inversiones, y por tanto a su capacidad para crecer y llevar a cabo políticas alternativas a los recortes. Recortes presupuestarios y económicos que se han traducido directamente en unos recortes de carácter social y que están agravando la destrucción de empleo y la dificultad para hacer frente al empobrecimiento. De esta crisis económica podemos evidenciar que su principal perjudicado ha sido y es el ciudadano, tal y como se deriva de las políticas acometidas por el Ayuntamiento de Madrid durante los últimos meses:

·        Recortes sociales
Menos gasto y por tanto pérdida de derechos y de garantías de unos servicios públicos universales, gratuitos y de calidad. El Ayuntamiento de Madrid además de haber apoyado planes de privatización como en el caso del Canal de Isabel II, ha puesto en marcha recortes presupuestarios en partidas esenciales destinadas a los servicios sociales. En los últimos meses, además de recortes en los servicios públicos básicos también se han aplicado, por ejemplo, en las ayudas destinadas a la infancia, las familias, ayudas a los dependientes, políticas de movilidad o los proyectos de rehabilitación, mejora y mantenimiento de los barrios de la capital.

Siendo Ana Botella aún concejal de Medio Ambiente y Movilidad, aprobó un importante recorte presupuestario en la conservación de las zonas de juego infantiles, de “hasta un 19%”, según aseguraba la oposición. Pero fue en las pasadas Navidades donde los recortes tuvieron unas notables repercusiones: en el alumbrado, con un descenso de 600.000 bombillas respecto al año anterior, un 15% menos del presupuesto; y en las tradicionales cabalgatas de Reyes, donde los recortes se elevaron al 11%, y apenas se celebraron en cuatro distritos de los once de la ciudad.


·        Subidas de impuestos
El Ayuntamiento ha subido y creado paulatinamente distintas tasas municipales prosiguiendo una tendencia a la congelación y bonificación, como son la tasa de las basuras, además del incremento de un 1,63% de media de las tarifas de taxis en 2012 o un aumento de los precios del transporte público con el incremento por ejemplo del precio de 1 a 1,50 € del billete sencillo.

2012 tendrá como principal protagonista en las subidas impositivas la del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que aumentará un promedio del 5,7 por ciento por la subida del valor catastral, unos 23 euros de media, de manera que de los actuales 405,89 euros asciende a los 429,02, según indica Rosa Ana Navarro, gerente de la Agencia Tributaria de Madrid.


·        Los parquímetros, como medida recaudatoria
Más parquímetros, más caros y una hora más de aparcamiento no gratuito son las recetas del Ayuntamiento previstas para este año, en un nuevo proyecto de ampliación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), que como en anteriores ocasiones el Consistorio dice no atender a criterios “recaudatorios”, sino en este caso medioambientales. Algo que no comparten algunas asociaciones vecinales, que encabezaron las numerosas protestas vecinales contra la anterior ampliación de los parquímetros a todo el interior de “Calle-30”, como defienden desde la “Asociación de Vecinos Barrio 85”, del madrileño Barrio de La Paz (distrito de Fuencarral-El Pardo), y que siguen pidiendo la retirada de los parquímetros de sus calles, cuyo fin es únicamente “recaudatorio”.

En 2012 se ampliará el SER a cinco cascos históricos de nuevos distritos periféricos así como se implantarán los “parquímetros inteligentes”, que supondrá subidas variables de las tarifas e introducirá “criterios medioambientales”.


·        Los voluntarios, la “solución” para el desempleo
Que el aumento del desempleo es uno de los principales efectos de la crisis es un hecho, también muy presente en la capital. Esto ha llevado a plantear al Ayuntamiento para hacer frente a la falta de personal y de presupuesto, el plantear un nuevo y controvertido modelo de gestión, que es la petición a los ciudadanos a que trabajen gratis como voluntarios en las bibliotecas públicas municipales. Algo que según el concejal de Cultura, Fernando Villalonga, será “más participativo con la ciudadanía”. Algo que no ha sido bien acogido por los ciudadanos, y que para la Plataforma para la creación del Colegio profesional de Archiveros, Bibliotecarios y Documentalistas de Madrid es una idea “absurda y peregrina”.


·        Subvenciones y ayudas municipales
El Consistorio quiere dar subvenciones a quienes de menos recursos disponen, y por tanto, son más vulnerables a la crisis económica. Es el caso del IBI, otorgando ayudas de hasta 60 euros para el pago de este impuesto a las familias con menos recursos, una cantidad que supondría entre el 25 y el 50 % de la factura. Además, la pretensión de que en 2012 700.000 personas paguen menos por la tasa de basuras facilitando también los mecanismos para la exención de la tasa, algo de lo que ya disfrutarían actualmente 20.000 familias y en trámite otras 15.000.

En 2012 también se congelan los coeficientes del Impuesto de Actividades Económicas y se ha propiciado la incentivación del tejido empresarial, flexibilizando la bonificación por creación de empleo. En este sentido, se ha apostado por ayudar a los emprendedores que inicien su actividad en 2012, con la bonificación de un 50%, y con carácter retroactivo a quienes lo hicieron en 2010 y 2011.

Como otras de las medidas adoptadas figuran las ayudas al alquiler a aquellos que mayores dificultades tienen, un total de 4,472 familias que podrán beneficiarse de los 922.665 euros destinados de los presupuestos a la rebaja del alquiler destinada a las familias adjudicatarias de viviendas protegidas municipales. Una política de vivienda que a lo largo del 2012, destinará a este objetivo un total de 3.690.661 euros.


El ciudadano, víctima de un sistema en fase de “destrucción”

Recortes y más recortes. Los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid elaborados actualmente con una prioridad casi única, cuyo objeto es reducir el gasto y combatir una elevada deuda acumulada en gran parte durante casi una década, y sus políticas encaminadas a hacer frente una crisis con unas dimensiones y un impacto aún difícil de vislumbrar, tienen un reflejo claro en el último eslabón de los actores, y por tanto en el más afectado del fenómeno estudiado: el ciudadano.

Pero el nivel de afección no es ni será el mismo en función de la capacidad mayor o menor que tenga cada individuo para hacerla frente, por tanto serán los sectores de la sociedad más vulnerables, aquellos que menos recursos dispongan los que están pagando en mayor medida los efectos de la crisis.

El Ayuntamiento a su vez funciona como una Administración con una dualidad de funciones en este fenómeno: negativas –en el sentido de los perjuicios derivados de su conjunto de políticas-; y, positivas –con las ayudas, subvenciones o sus políticas orientadas a combatir las desigualdades, el desempleo o el fomento de la inversión y el crecimiento económico-.

De un conocimiento mayor del fenómeno de la crisis económica, iniciando por un estudio más genérico a nivel internacional, hemos obtenido un conocimiento más claro del mismo contextualizado en los niveles inferiores, el local, y como consiguiente en cada ciudadano. Se ha situado la crisis económica como el punto de partida de un estudio del que hemos comprobado que su repercusión inmediata y el arma principal que tienen las Administraciones para combatirla se establece en la elaboración de los presupuestos, pero además en las políticas orientadas a la restricción del gasto, la reducción del déficit y el combate del desempleo.

La eficacia de estas medidas está aún por comprobar. Y sus efectos son cada vez más evidentes: una pérdida de derechos y libertades creciente en los ciudadanos, una degradación de los servicios públicos y de las políticas sociales, la diminución de la calidad de vida de los madrileños y por tanto, un incremento de las desigualdades. Se ve peligrar el mantenimiento de un “estado del bienestar” conformado en las más de tres décadas desde la reinstauración democrática, un sistema que ha sido, sin duda, beneficioso para la sociedad, y muy especialmente para los madrileños debido a su condición de centralidad histórica y capitalidad. La austeridad sin inversión no es la solución, y mucho menos la única opción, y el conjunto de la ciudadanía debe reclamar que no puede ser el actor que pague casi en exclusiva los efectos de una crisis, cuya salida aún no es ni mucho menos visible. Tiene en la movilización, la protesta, el debate, Internet o las redes sociales como las principales armas e instrumentos para reclamar que otro mundo es realmente posible.


BIBLIOGRAFÍA

























Discurso de investidura de Ana Botella – Canal 24 horas de TVE. (27 de diciembre de 2011). 

Víctor Manuel Juste Conesa.

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