Los
últimos episodios de desmayos de alumnos en escuelas griegas
víctimas del hambre y la desnutrición han hecho renacer un debate
nacional que despierta los fantasmas de extrema pobreza de la
posguerra griega.
En
Grecia se sospechaba que los inmigrantes sin papeles pasaban hambre,
pero hace un par de semanas fue un chaval griego de 13 años se
desmayó en un colegio de Heraklión, la capital de la isla de Creta.
La madre reconoció que en su familia no habían comido nada desde
hacía dos días.
El
país está conmocionado. Los repartos de comida en las escuelas ya
han comenzado, y aunque los casos de hambre aún parecen aislados,
las sombrías perspectivas de futuro y la grave recesión que azota
al país hacen renacer en Grecia situaciones que todos creían
pertenecientes a un pasado lejano.
LAURA C. CHIACHIO
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